viernes, 28 de marzo de 2014

Ir al fondo de lo verdadero: Saturno Retrógrado

Sat Nam! Desde hace ya unas 3 semanas, estoy segura de que todos hemos estado sintiendo una energía profunda y transformadora: nuestro viejo amigo Saturno entró en su movimiento retrógrado. Para los que son nuevos al concepto, cuando un planeta presenta un movimiento retrógrado ( que es un movimiento aparente, sólo visible desde el punto de vista de la Tierra ), su energía tiende a hacerse muy intensa, creando cortos circuitos en las experiencias de vida que tienen que ver con su energía propia como planeta, y la energía del signo sobre el cuál están transitando. Ésto es especialmente cierto para el planeta Saturno, que como sabemos, es el gran maestro del cielo. Es el maestro que nos conecta con lo inevitable, con el proceso cosechar lo que hemos sembrado, con el desarrollo de esa hermosa vistud llamada paciencia, perseverancia. Y su método de eneseñanza es muy claro: lo hace a través de la dificultad, de los obstáculos, de hacernos ver de frente nuestras limitaciones, con el fin de que podamos trascenderlas. Estos procesos de aprendizaje saturnino son lentos, requieren paciencia, no son repentinos como son los procesos plutonianos. Las cualidades que nos enseña Saturno, se desarrollan día por día, se forjan en la mesa de la cotidianidad, de lo repetitivo, de lo rutinario. No suena nada atractivo, lo sé, pero al menos en mi experiencia, ha aprendido a amar esta energía aleccionadora que, creo personalmente, saca lo mejor de cada ser humano.

Desde Octubre de 2012, Saturno entró en el signo de Escorpio. Quienes estén relacionados con esta energía, sabrán que se trata de el aspecto más profundo de las psiquis. La energía de Escorpio es fuerte, profunda y sagrada. Escorpio está regido por Plutón, el planeta de la transformación a través de la tragedia, así que su signo hijo, está marcado también por esta característica, que busca llevarnos a tomar contacto con la parte más profunda, vulnerable y verdadera de nuestro ser. La energía de Escorpio no admite verdades a medias, y va a buscar incansablemente develar la verdad. Esto puede, y generalmente es un proceso doloroso, ya que estamos acostumbrados a vivir bajo máscaras que hemos forjado de acuerdo a las exigencias culturales de nuestro entorno, pero el impulso de Plutón, va a romper esas máscaras que nos parece que son tan bonitas y socialmente aceptadas, para ir en busca de lo verdadero.



Ahora, uniendo el concepto de las energías de Saturno y Escorpio, seguramente muchos de Ustedes se podrán relacionar con procesos psíquicos ocurridos durante el año pasado y lo que lleva de este. Procesos en los que nos hemos visto obligados (porque Saturno no deja opciones), a encarar la verdad, por encima del malestar que esta verdad pueda ocasionar. Relaciones basadas en apariencias, verdades no dichas, aspectos de nuestro ser que no hemos integrado, son algunos de los temas que están siendo probados en este tránsito.

Pero hay una parte muy bella que quiero profundizar, y que tiene que ver con la profundidad espiritual del corazón, y la vulnerabilidad del amor. Para nadie es un secreto que los contactos entre seres humanos tienen diferentes grados de profundidad. Hay contactos que permanecen en la cotidianidad, manteniendo un sano margen de distancia, hay contactos que son cercanos, cómodos, amables, pero, al menos en mi experiencia, el tránsito de Saturno en Escorpio, está mostrándonos otra dimensión en la forma de relacionarse. La profundidad y misterio de Escorpio, se unen a la inevitabilidad fatídica de Saturno, mostrándonos que todos somos totalmente impotenetes frente a esa fuerza creadora, invencible y eterna, llamada amor.

No me refiero solamente al amor romántico entre dos personas, me refiero también, y con la misma fuerza, al amor por nosotros mismos, al amor por nuestra alma, y al amor por aquello que nos hace vibrar. Realmente en el fondo, lo que nos hace vibrar es el flujo del amor por nuestras venas, y cualquier cosa, persona, actividad, paisaje, etc, que haga que este flujo se despierte, se vuelve sagrado en nuestras vidas porque nos abre la puerta de este alimento luminoso y poderoso, creador de la vida.

Amor es una Diosa poderosa, es la reina del universo, es esa presencia, ese poder, del que todos mendigamos, y frente al cuál, todos estamos totalmente impotentes. El único camino que nos queda es entregarnos.... darnos en nuestra totalidad a este flujo de energía que viene del alma, dejarnos revolcar por la ola, untarnos hasta la médula, ... y confiar en que ese río nos llevará al destino más felíz: ese destino en el que estamos alineados con el propósito dichoso de nuestra alma.

Prepárense para dejar atrás todo aquello que creían cómodo, seguro y confiable...

Sat Nam


Har Rai Kaur